Un veinticuatro de octubre.

No hay palabras que definan lo que tú y yo hemos creado, las palabras que expresan lo que siento por ti todavía no se han inventado... Pero sin embargo, entre nosotros sobran las palabras, nuestras miradas lo dicen todo.

Estos cuatro meses han sido los mejores que he vivido, y los que quedan del resto de nuestras vidas, lo serán aún más.

Somos uno♥

En un mar de tiburones y yo vengo de pesca.

Cuando no existe un mañana, tampoco un ayer, cuando nos pueden las ganas de querer vencer. Cuando no nos queda aliento, ni nada que perder, cuando no hay remordimiento hago lo que debo hacer.


Cuando el tiempo es tu enemigo y te hace enloquecer, cuando aquello que persigo se que lo puedo coger, cuando sabes lo que vales, lo que tienes, lo que eres... Nuestra vida es rápida tú síguenos si puedes.

Ven, que vamos a hacer un pacto yo y tu sonrísa.

Siéntete libre, corre hasta que te duelan los pies, llora de alegría, ríe con ganas, sueña con cosas bonitas, quédate todo un día en casa en pijama y sal por la noche con tus mejores galas...
Ponte guapa, sáca tus tacones, mídelos y asegúrate de que superan los diez centímetros. Póntelos y pierde el equilibrio, hasta que te canses de andar como un pato mareado, y comprende que tú también puedes deslumbrar. Ponte el vestido más corto y apretado que tengas. Vístete del color que menos le guste a tus padres, píntate, hazte un peinado que otras jamás se harían, pero que les haga morirse de envidia. Sumérgete en ese ritmo repetidizo que se hace contigo, y produce un pitido en los oídos cuando vuelves a casa. Haz que tus pasos suenen a pesar del volúmen de la música, pídete algún cubata de más y ponte lentillas del color del Malibú. Llega tarde a casa y dí que no volverá a pasar. Pero repítelo cuantas veces puedas.